No sé si decirlo con un poco de vergüenza; pero a pesar de que trabajo como periodista musical hace casi ocho años, todavía me quedan muchos festivales locales por visitar, y uno de ellos era "Rock a la Escuela", un recital que cumplió este 2015 su sexta edición y que es totalmente autogestionado.
Así que este artículo, más que una reseña para informar cómo se desarrolló su más reciente versión, es el pago a una deuda personal. Con su permiso, les cuento entonces:
Infecto Punk, grupo que se presentó el primer día
Celebrado los días 24 y 25 de enero de 2015, creo que hay que empezar reflexionando sobre la pertinencia y lógica de "Rock a la Escuela", pues si uno midiera la coherencia de los festivales por el lugar donde se hacen, éste sería tal vez uno de los más consecuentes de Medellín. "Rock a la Escuela" es un recital que se hace para la escuela (recoge fondos y útiles escolares para niños de bajos recursos de su zona de influencia, la Comuna 15) y en una escuela (En la Casa de la Cultura del Barrio Antioquia, donde antiguamente funcionaba como ya se imaginarán, una escuela); incluso, uno de los fundadores de este evento, es profesor de una institución educativa.
Pero el festival tiene muchas más particularidades que las que acaban de leer. Por ejemplo, la que ya cité en el primer párrafo, es totalmente autogestionado. Solo hasta este año, pudieron conseguir que una empresa privada les ayudara con la confección de las camisetas para su staff. El resto de cosas que se necesitan para armar un festival (que no son pocas), gente que ayude, sonido, backline, los permisos, el lugar para desarrollarlo, la convocatoria para las bandas, las bandas… Son conseguidas gracias a la testarudez e ingenio de sus organizadores.
Público de Rock a la Escuela 2015
Una muestra que resume lo último que acabo de escribir, es que luego de ingresar al festival, ya no se puede salir; y aunque esto pueda sonar algo arbitrario, la misma organización del recital, ofrece productos y servicios para no tener esa necesidad. Es así, que dentro del festival se puede conseguir comida, donde la más cara vale $4mil, puede ir al baño por $200, y lo que hará que usted necesite muchas monedas para entrar a miccionar, encuentra cerveza a $2mil. También, venden merchandising de las bandas y hacen la rifa de una ancheta que contiene discos y mercancía que los mismos grupos participantes del festival donan para la causa, la cual es poderle dar alguna remuneración a los proyectos que vienen de otra ciudad para su regreso.
"Rock a la Escuela", es uno de esos festivales que evocan de alguna manera, gracias tal vez al lugar donde se realiza o a su misma dinámica, las antiguas notas de los 80´s y los parches de los 90´s. Estar dentro de una escuela parecida a la que muchos de los que tenemos más de 30 estudiamos, ver la “pequeña” tarima donde se suben las bandas a tocar, o hacer el pogo y bailar en el patio del recreo, consigue que esos recuerdos lleguen fácilmente a la cabeza.
A.P.H. Grupo de Rionegro
Igualmente, es un recital que ayuda a la formación de públicos, pues además de cobrar la entrada para poder ver los conciertos, incluye dentro de su cartel, bandas nacientes y de municipios como Rionegro (Pandemia Mental y La Carabina) o Santa Rosa de Osos (Infecto Punk) que contribuyen a refrescar nuestros oídos con sonidos nuevos.
Este año fueron 130 propuestas auditivas de distintos lugares del país (como Malicia Indigena de Bogotá o Furia Club de Pereira) y del mundo (México, Perú y Venezuela) las que respondieron a la convocatoria inicial. De ahí se eligieron 26 para presentarse durante los días de festival y entre ellas hubo grupos provenientes de las ciudades ya aludidas y municipios aledaños a Medellín.
Yo ya puedo chuliar este festival, ya puedo decir que fui alguna vez y cómo funciona; pero en realidad con los recitales, pasa como con casi todas las primeras veces, luego de que se asiste una vez, se repite la dosis. Así que "Rock a la Escuela", nos escuchamos el otro año.