HagalaU asistió a la edición No. 14 de Víboral Rock, festival celebrado en El Carmen de Viboral el pasado 19, 20 y 21 de mayo de 2023. Hicimos un ejercicio como observadores para destacar algunos puntos que lo constituyen como un recital especial en el circuito local y nacional.
Santiago Arango Naranjo @santiagocancion
1. La celebración de la versión No. 14 de Víboral Rock ratificó una vez más el saludable movimiento rocanrolero del oriente de Antioquia; de ahí la ineludible tarea de asistir a los conciertos de barrio, de bar y de otros lugares fuera de la centralidad citadina para entender lógicas a veces imperceptibles en redes sociales o en medios tradicionales de comunicación. Gran parte de las nuevas audiencias del rock y el sonido alternativo está por nutrir y cautivar por fuera del Valle del Aburrá. Tras 14 ediciones, por ejemplo, fue notable un nuevo público de adolescentes y jóvenes oriundos del municipio; ese ha sido uno de los objetivos de los organizadores del certamen desde su creación; impulsar nuevas audiencias.
2. La programación del festival arriesgó para darle lugar protagónico a grupos poco conocidos o de nichos específicos pero que, desde lo musical, respondían a la necesidad de proponer baile, cabeceo, pogo y diversidad sonora. Desde La real del sonido de Bogotá, pasando por Ente de Ecuador, Occultus de Cali y llegando a Aberden, se la jugaron conforme al ADN que ha construido el festival. En síntesis, hay que arriesgar en la parrilla.
Occultus de Cali ofreció un potente y cuidado show de dark metal.
3. En general, los pobladores del municipio sienten como suyo Víboral Rock y lo defienden como tal, son cómplices del evento y aportan sus talentos para que cada año sea una realidad. Desde los niños y sus familias, los campesinos que llegan de las veredas y hasta los moradores de la cabecera municipal, todos acompañan y trabajan explícita -y secretamente- desde sus oficios e intenciones, todo con un fin en común: el éxito del festival. Por su carácter de región, sería ideal que como tal, sucediera algo similar con el Más que sonidos de Guatapé, Rock al Río de Rionegro, 50/50 Fest de La unión, Shama Fest de Entrerríos y otros afines. Si se lograra, por ejemplo, eso redundaría en patrocinios del comercio local (como sabemos que pasa en algunos eventos).
Con un show directo y sin artilugios, Bajo Tierra fue la banda encargada de cerrar el festival. En la foto, Camilo Suárez.
4. La mesa ciudadana que trabaja en equipo con el Instituto de Cultura de El Carmen de Viboral, institución organizadora oficial, ha procurado por el equilibrio en la toma de decisiones del evento, desde la curaduría, pasando por la ejecución del presupuesto y llegando a la programación. Esa participación ciudadana contribuye a sanear el desarrollo del evento como respuesta a las necesidades del municipio, sus procesos particulares y su proyección local. Todo ello aporta a la construcción de un modelo como coequiperos, pero, además, ha forjado una ciudadanía cultural crítica, no solo para Víboral Rock, sino también para otros festivales y eventos de los carmelitanos.
5. Por último, es plausible la premisa de la organización para que las bandas locales sean protagonistas. Este año, por ejemplo, modificaron el reglamento para abrir una nueva plaza que posibilitara la llegada de nuevos proyectos del municipio. En esa lógica de honrar los artistas carmelitanos, el cierre del día de metal estuvo a cargo de un grupo referente de la cultura de la región: Vitam Et Mortem.
Vitam Et Mortem conmemoró 20 años de carrera artística en Víboral Rock 2023.
Como dato adicional, otro aprendizaje clave es la lectura de los tiempos en la curaduría, no solo desde lo más popular sino, también, desde los artistas de nicho. Desde Punkies y cerebro, pasando por Occultus de Cali, La banda del bisonte, Antártica, D.P.I, La sinfoniSka, Margarita Siempre Viva, Detective Wadd y Los Malkavian, hasta Bajo Tierra, hay una clara intencionalidad de balance.
Interpretando canciones de su antigua banda GP y de Punkies y cerebro, Jimmy Jazz armó pogo en el día 1.
Por todo lo anterior, “¡el show debe continuar!” en El Carmen de Viboral y desde ya nos preparamos para la edición No. 15. HagalaU, ¡firme!